Aparato respiratorio:
Colocación de sondas en pulmón, traqueostomías.
Aparato gastrointestinal:
Esófago: acalasia, reflujo.
Estómago: hernia hiatal, úlceras, perforaciones, sondas de alimentación (gastrostomías).
Vesícula: colecistectomía (abierta o laparoscópica).
Pancreatitis biliar, manejo de problemas relacionados con piedras en la vía biliar.
Intestino delgado: manejo de oclusión intestinal, resecciones y reconexiones intestinales, colocación de sondas de alimentación.
Esplenectomía (retiro de bazo).
Colon: manejo del estreñimiento, oclusión intestinal, resección de colon, estatus de colostomías, apendicectomía y sus complicaciones, resección de divertículo, tratamiento de enfermedad diverticular, reconexiones intestinales, valoración de enfermedad ano-rectal como fístulas, fisuras, hemorroides, prolapsos.
Hernias: Manejo de hernias complejas abdominales, umbilicales, incisionales (relacionadas a cirugías), inguinales.
Piel: Manejo de quistes, úlceras, heridas, lipomas, pie diabético, amputaciones.
Infórmate con tu asesor sobre qué hospitales están dentro de tu red médica.
Ubica previamente el hospital donde te gustaría ser hospitalizado en caso de requerirlo.
Lleva contigo tus papeles del seguro, cartilla, identificación oficial y tarjeta bancaria (en algunos hospitales solicitan depósito o cargo a tarjeta para admitir la hospitalización).
Ten una lista o lleva los medicamentos que tomas de forma regular, así como tus últimos estudios de laboratorio o imagen.
Llama por teléfono a tu médico para coordinar tu atención en el hospital.
En caso de que el paciente no pueda caminar o no esté consciente, contacta una ambulancia de inmediato.
© 2025 Dra. Paulina Guerrero Jaime